jueves, 30 de abril de 2020

LAS EMOCIONES: TRISTEZA

¿Qué es una emoción?

Algo pasa en nuestro cuerpo cuando a nuestro alrededor ocurren cosas que provocan cambios en nuestro organismo. Este cambio nos puede resultar agradable o desagradable. En ese momento, nuestro cuerpo reacciona provocando cambios físicos para controlar dicha situación.


TRISTEZA
Nos sentimos tristes cuando ocurre algo que no nos gusta, esto nos provoca ganas de llorar, a veces no entendemos qué es lo que nos provoca esta reacción. No tenemos ganas de hacer nada, no queremos salir a la calle, no queremos jugar. 
Perdemos la energía, decae nuestro estado de ánimo, perdemos el apetito, las fuerzas...
Cuando la tristeza es muy grande, nos cuesta hasta respirar y pasamos al llanto rápidamente y sin consuelo.
Es bueno aceptar la tristeza cuando llega, pero debemos intentar que no se quede mucho tiempo con nosotros.
Cuando recordamos un pasado mejor, recordamos algo o alguien, lo llamamos nostalgia, cuando esta perdura día a día, nos invade la melancolía y cuando es intensa y profunda, caemos en depresión.
- A veces es bueno llorar y desahogarnos. No debes aguantar las ganas de llorar.
- Es importante hablar con alguien de lo que nos está pasando y por qué estamos tristes y aceptar su consuelo.
- Podemos buscar la causa que nos ha producido esa tristeza, incluso apuntarlo en un papel para buscar solución.

¿Qué podemos hacer cuando estamos tristes?
- Podemos pensar en algo que nos guste mucho.
- Bailar con la música que más nos guste.
- Llamar o ver a nuestros amigos.
- Hacer algún deporte que nos divierta.
- Dibujar lo que nos provoca tristeza y tacharlo.


Cuentos: "Cuando estoy triste" de Tracey Moroney https://www.youtube.com/watch?v=QYkiZdKU5hk

martes, 28 de abril de 2020



PROGRAMA DE BAÑO

Puesto que ahora no podemos ir a la piscina, es un buen momento para seguir trabajando la  estimulación sensorial en el baño.

La importancia del baño no radica en sí mismo, sino en el placer que produce en el niño, la relajación y el hábito a una rutina.
Desde que nacen es muy importante que acostumbremos a los niños a crear un hábito para facilitar así su descanso: Baño/cena/dormir.
Es muy importante que sea un momento de tranquilidad tanto para el niño como para nosotros, por ello no debemos hacerlo con prisas y evitar las distracciones, como el teléfono.
Comenzaremos en bañeras adaptadas donde el niño se sienta seguro y cuando lo consideremos pasaremos a la bañera grande.

  • *    No insistir en bañera grande, mientras no se acepte de buen grado.
  • *    No insistir en posiciones de espalda prolongadas.
  • *    Cuidado para que no entre agua jabonosa en los ojos.
  • *    Precaución de que al niño no le cubra el agua completamente el cuerpo en un descuido, podría coger miedo.
  • *   Evitar abrir el desagüe si este es ruidoso, mientras el niño permanezca en el baño.


DE 0 A 6 MESES

El tiempo que pienses dedicarle al baño de tu hijo, procura estar tranquilo, si estás nervioso, el lo notará y se pondrá nervioso también. Al igual que si estás enfadado, que el baño no habrá sido de gran utilidad.
Procura hablarle todo el tiempo e irle describiendo lo que estás haciendo y los objetos que utilizas para ello. Debes procurar ser expresivo e intentar sonreír. Aunque no entienda las palabras, poco a poco irá aprendiendo que la gente habla diferente cuando está alegre, triste, cansado, etc.
Si coopera durante este tiempo de baño, darle un beso o premiarle de alguna manera.
Los primeros días quizás te resulte más cómodo bañarle en un lavabo, donde tú puedas estar de pie. Es importante sujetarle firmemente, lo puedes hacer bordeando su cuerpo por la espalda y con la otra mano lo enjabonas con cuidado, estudiando en todo momento sus reacciones. Es primordial que no trague agua y que ésta no llegue a los oídos. Lo puedes sujetar de lado, de espaldas, boca abajo, etc. En la postura que esté más cómodo y tú te sientas más seguro.
El momento del baño es ideal para estimular la comunicación, podemos cantarle canciones infantiles, podemos hablarle, imitar los sonidos que emite, hacer turnos esperando a que responda, imitar sus gestos como sacar la lengua, abrir y cerrar la boca…
Cuando lo saques, hazlo con suavidad, no frotes, deja que el paño absorba la humedad.
Previo al baño o tras el mismo, aprovechando que el niño no tiene la ropa, podemos realizar ejercicios de estimulación motriz:
*      Flexionarle las piernas hasta llevar los pies junto a las nalgas y las rodillas al pecho.




*      Flexiónale alternativamente primero una pierna y luego otra, lentamente, imitando el pedaleo.




*      Separarle y juntarle las piernas suavemente manteniéndolas estiradas y levantadas.



*      Con las piernas estiradas, levantarlas 45º, luego separarlas moderadamente para después bajarlas y juntarlas describiendo una rotación.




*      Colocado el niño boca abajo, con las piernas estiradas y unidas; las manos apoyadas a la altura de los hombros.
Con una mano, controlamos la zona lumbar y glúteos, mientras que, con la otra, se le cogen los tobillos y se le doblan las rodillas, acercándole los pies a las nalgas.





*      Colocando al niño en la misma posición de partida anterior, se le apoya suavemente una mano en los muslos y con la otra se le levanta el pecho del suelo de 10 a 20 centímetros.





*                 Se coloca al niño tendido boca arriba en posición horizontal. Las piernas juntas y estiradas y los brazos estirados a lo largo del cuerpo.

Con una mano sujetamos los tobillos y con la otra, la pasamos por debajo de la nuca del niño y levantamos el tronco hasta colocarlo en posición de sentado.






*      Colocando el niño en la misma posición de partida anterior, se le apoya ligeramente una de las manos sobre su pecho y con la otra se le cogen suavemente los tobillos levantándole lentamente las piernas, manteniéndoselas estiradas hasta que comiencen a ofrecer algo de resistencia.






*      Colocado el niño en la misma posición de partida anterior, se le coge con cada mano una de las suyas.
Levántale los brazos adelante-arriba, hasta formar un ángulo recto con el cuerpo. Continuar el movimiento hasta que estos estén alineados junto a la oreja y a continuación volver lentamente a la posición de partida.

*      Colocado el niño en la misma posición de partida anterior, se le coge con cada mano una de las suyas.
Se le extienden los brazos sobre el tablero en forma de cruz y a continuación se le levantan lentamente hasta formar un ángulo recto con el cuerpo. Se vuelve lentamente a la posición de partida.


EN POSICIÓN SENTADO:
  • *       Ponle delante diferentes cosas que floten, de color vivo para que las manipule.
  • *      Cuando el niño toque o coja cualquiera de estas cosas, dile el nombre del objeto.
  • *      Enséñale a mostrar distintas emociones con gestos. Por ejemplo, si al patalear o al palmotear te salpica, haz gestos de sorpresa con las manos levantadas y emitiendo alguna exclamación (¡oh!). Lo mismo se puede hacer con expresiones de alegría, susto… Pronto aprenderá a imitarlos.
  • *      Puedes poner objetos dentro del agua (tarritos de plástico, corchos, esponja, etc.) y deja que el niño juegue con ellos. Esto le servirá para aprender muchas cosas como que algunos objetos van al fondo (metal), que otros no se hunden (corcho), que el agua se puede meter en el tarro, que aunque las cosas están situadas en el fondo se siguen viendo, que el agua cuando se golpea salpica, que la esponja al apretarla debajo del agua hace pompas, etc.