martes, 5 de mayo de 2020

EL MIEDO
Es una emoción muy intensa.
El niño que tenía miedo del miedo | Es Mejor Vivir Sin MiedoSentimos miedo cuando creemos que algo puede ponernos en peligro o hacernos daño y hace que nos pongamos en alerta.
Este miedo hace que nuestro cuerpo reaccione, provocando temblor, nuestro corazón se acelera y nos ponemos a sudar.
Si el miedo puede ser poco o mucho, si es muy grande, se llama terror. Éste, nos paraliza. También puede ser real o algo que ha creado nuestra propia imaginación, como una pesadilla.

¿Cómo podemos luchar contra el miedo? una de dos, o nos enfrentamos a nuestros miedos, o huimos de ellos.
Es importante que pongamos palabras a todo aquello que nos da miedo, que contemos a mamá y papá qué es lo que nos preocupa, qué es lo que nos produce pesadillas. Y entre todos buscar cómo podemos luchar contra ello. Podemos imaginar que aquello que nos da miedo se hace tan pequeño que lo podemos coger con la mano y aplastarlo. Podemos pensar en todo lo contrario, cosas que nos hacen felices, sobretodo antes de irnos a dormir.

CUENTOS: 
"Un cuento de miedo para niños miedosos" https://www.youtube.com/watch?v=-DMb2T6qU0s
 "Fuera de aquí horrible monstruo verde"https://www.youtube.com/watch?v=FeVaixOftiI

jueves, 30 de abril de 2020

LAS EMOCIONES: TRISTEZA

¿Qué es una emoción?

Algo pasa en nuestro cuerpo cuando a nuestro alrededor ocurren cosas que provocan cambios en nuestro organismo. Este cambio nos puede resultar agradable o desagradable. En ese momento, nuestro cuerpo reacciona provocando cambios físicos para controlar dicha situación.


TRISTEZA
Nos sentimos tristes cuando ocurre algo que no nos gusta, esto nos provoca ganas de llorar, a veces no entendemos qué es lo que nos provoca esta reacción. No tenemos ganas de hacer nada, no queremos salir a la calle, no queremos jugar. 
Perdemos la energía, decae nuestro estado de ánimo, perdemos el apetito, las fuerzas...
Cuando la tristeza es muy grande, nos cuesta hasta respirar y pasamos al llanto rápidamente y sin consuelo.
Es bueno aceptar la tristeza cuando llega, pero debemos intentar que no se quede mucho tiempo con nosotros.
Cuando recordamos un pasado mejor, recordamos algo o alguien, lo llamamos nostalgia, cuando esta perdura día a día, nos invade la melancolía y cuando es intensa y profunda, caemos en depresión.
- A veces es bueno llorar y desahogarnos. No debes aguantar las ganas de llorar.
- Es importante hablar con alguien de lo que nos está pasando y por qué estamos tristes y aceptar su consuelo.
- Podemos buscar la causa que nos ha producido esa tristeza, incluso apuntarlo en un papel para buscar solución.

¿Qué podemos hacer cuando estamos tristes?
- Podemos pensar en algo que nos guste mucho.
- Bailar con la música que más nos guste.
- Llamar o ver a nuestros amigos.
- Hacer algún deporte que nos divierta.
- Dibujar lo que nos provoca tristeza y tacharlo.


Cuentos: "Cuando estoy triste" de Tracey Moroney https://www.youtube.com/watch?v=QYkiZdKU5hk

martes, 28 de abril de 2020



PROGRAMA DE BAÑO

Puesto que ahora no podemos ir a la piscina, es un buen momento para seguir trabajando la  estimulación sensorial en el baño.

La importancia del baño no radica en sí mismo, sino en el placer que produce en el niño, la relajación y el hábito a una rutina.
Desde que nacen es muy importante que acostumbremos a los niños a crear un hábito para facilitar así su descanso: Baño/cena/dormir.
Es muy importante que sea un momento de tranquilidad tanto para el niño como para nosotros, por ello no debemos hacerlo con prisas y evitar las distracciones, como el teléfono.
Comenzaremos en bañeras adaptadas donde el niño se sienta seguro y cuando lo consideremos pasaremos a la bañera grande.

  • *    No insistir en bañera grande, mientras no se acepte de buen grado.
  • *    No insistir en posiciones de espalda prolongadas.
  • *    Cuidado para que no entre agua jabonosa en los ojos.
  • *    Precaución de que al niño no le cubra el agua completamente el cuerpo en un descuido, podría coger miedo.
  • *   Evitar abrir el desagüe si este es ruidoso, mientras el niño permanezca en el baño.


DE 0 A 6 MESES

El tiempo que pienses dedicarle al baño de tu hijo, procura estar tranquilo, si estás nervioso, el lo notará y se pondrá nervioso también. Al igual que si estás enfadado, que el baño no habrá sido de gran utilidad.
Procura hablarle todo el tiempo e irle describiendo lo que estás haciendo y los objetos que utilizas para ello. Debes procurar ser expresivo e intentar sonreír. Aunque no entienda las palabras, poco a poco irá aprendiendo que la gente habla diferente cuando está alegre, triste, cansado, etc.
Si coopera durante este tiempo de baño, darle un beso o premiarle de alguna manera.
Los primeros días quizás te resulte más cómodo bañarle en un lavabo, donde tú puedas estar de pie. Es importante sujetarle firmemente, lo puedes hacer bordeando su cuerpo por la espalda y con la otra mano lo enjabonas con cuidado, estudiando en todo momento sus reacciones. Es primordial que no trague agua y que ésta no llegue a los oídos. Lo puedes sujetar de lado, de espaldas, boca abajo, etc. En la postura que esté más cómodo y tú te sientas más seguro.
El momento del baño es ideal para estimular la comunicación, podemos cantarle canciones infantiles, podemos hablarle, imitar los sonidos que emite, hacer turnos esperando a que responda, imitar sus gestos como sacar la lengua, abrir y cerrar la boca…
Cuando lo saques, hazlo con suavidad, no frotes, deja que el paño absorba la humedad.
Previo al baño o tras el mismo, aprovechando que el niño no tiene la ropa, podemos realizar ejercicios de estimulación motriz:
*      Flexionarle las piernas hasta llevar los pies junto a las nalgas y las rodillas al pecho.




*      Flexiónale alternativamente primero una pierna y luego otra, lentamente, imitando el pedaleo.




*      Separarle y juntarle las piernas suavemente manteniéndolas estiradas y levantadas.



*      Con las piernas estiradas, levantarlas 45º, luego separarlas moderadamente para después bajarlas y juntarlas describiendo una rotación.




*      Colocado el niño boca abajo, con las piernas estiradas y unidas; las manos apoyadas a la altura de los hombros.
Con una mano, controlamos la zona lumbar y glúteos, mientras que, con la otra, se le cogen los tobillos y se le doblan las rodillas, acercándole los pies a las nalgas.





*      Colocando al niño en la misma posición de partida anterior, se le apoya suavemente una mano en los muslos y con la otra se le levanta el pecho del suelo de 10 a 20 centímetros.





*                 Se coloca al niño tendido boca arriba en posición horizontal. Las piernas juntas y estiradas y los brazos estirados a lo largo del cuerpo.

Con una mano sujetamos los tobillos y con la otra, la pasamos por debajo de la nuca del niño y levantamos el tronco hasta colocarlo en posición de sentado.






*      Colocando el niño en la misma posición de partida anterior, se le apoya ligeramente una de las manos sobre su pecho y con la otra se le cogen suavemente los tobillos levantándole lentamente las piernas, manteniéndoselas estiradas hasta que comiencen a ofrecer algo de resistencia.






*      Colocado el niño en la misma posición de partida anterior, se le coge con cada mano una de las suyas.
Levántale los brazos adelante-arriba, hasta formar un ángulo recto con el cuerpo. Continuar el movimiento hasta que estos estén alineados junto a la oreja y a continuación volver lentamente a la posición de partida.

*      Colocado el niño en la misma posición de partida anterior, se le coge con cada mano una de las suyas.
Se le extienden los brazos sobre el tablero en forma de cruz y a continuación se le levantan lentamente hasta formar un ángulo recto con el cuerpo. Se vuelve lentamente a la posición de partida.


EN POSICIÓN SENTADO:
  • *       Ponle delante diferentes cosas que floten, de color vivo para que las manipule.
  • *      Cuando el niño toque o coja cualquiera de estas cosas, dile el nombre del objeto.
  • *      Enséñale a mostrar distintas emociones con gestos. Por ejemplo, si al patalear o al palmotear te salpica, haz gestos de sorpresa con las manos levantadas y emitiendo alguna exclamación (¡oh!). Lo mismo se puede hacer con expresiones de alegría, susto… Pronto aprenderá a imitarlos.
  • *      Puedes poner objetos dentro del agua (tarritos de plástico, corchos, esponja, etc.) y deja que el niño juegue con ellos. Esto le servirá para aprender muchas cosas como que algunos objetos van al fondo (metal), que otros no se hunden (corcho), que el agua se puede meter en el tarro, que aunque las cosas están situadas en el fondo se siguen viendo, que el agua cuando se golpea salpica, que la esponja al apretarla debajo del agua hace pompas, etc.





jueves, 26 de marzo de 2020

MASAJE DEL BEBÉ


MASAJE DEL BEBÉ
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Al nacer y durante los primeros meses el cuerpo del bebé mantiene su postura fetal; está en continua flexión de brazos y piernas y los puños cerrados. Gradualmente irá desplegando su cuerpo y controlando el peso de su cabeza. Estira los músculos, abre las articulaciones y aprende a coordinar los movimientos. El masaje es especialmente adecuado durante estos meses de formación. Estimula la coordinación muscular y favorece la flexibilidad, lo que prepara al bebé para desarrollar las futuras destrezas físicas.
El masaje estimula el sistema circulatorio y favorece el ritmo cardíaco, la respiración y digestión del bebé. Para la madre, el tocar y acariciar a su bebé contribuye a la secreción de prolactina, también conocida como la “hormona maternal”, que interviene en la producción de leche y en su capacidad de relajación.

Debéis procurar que el bebé esté a gusto y se mantenga receptivo durante e tiempo del masaje  con el fin de relajarle  por lo que no deben durar más de diez minutos.

Procurar hacerlo todos los días, a una hora en la que el bebé sea receptivo, no tenga hambre o esté irritable. No intentar practicarle el masaje cuando no sea de su agrado. El propósito del masaje es proporcionar un placer mutuo, por lo tanto tenéis que estar concentrados  y prestando atención a las manos. El masaje tiene que ser una experiencia relajante.

Procurar que haya un ambiente relajado antes de empezar Aseguraros de que estáis cómodos y de que no os van a molestar. Importante, descolgar el teléfono. Preparar el ambiente, poner una música tranquila que os ayude a relajaros a los dos. El bebé reflejará la actitud que note en vosotros, por lo tanto relajaros antes de empezar el masaje.

La habitación deberá estar caldeada con una temperatura constante. Preparar una superficie suave y cómoda en la que podáis tumbar al bebé. Asimismo, deberéis tener a mano un pañal o una toalla suave por si fueran necesarios.

Lo mejor es practicar el masaje cuando el niño está desnudo, sobre todo después del baño.

Para reducir la fricción sobre su delicada piel, se puede hacer uso de un aceite templado. Echar la
 cantidad de aceite suficiente para que vuestras manos se deslicen suavemente por el cuerpo del bebé. Empezar con toques ligeros para, posteriormente, ir incrementando gradualmente la presión.
Trabajar desde la cabeza hacia abajo, con manipulaciones ligeras y uniformes y tratando de aplicar un masaje simétrico a ambos lados de su cuerpo. Establecer contacto visual con el bebé durante todo el masaje y hablarle con voz tierna y cariñosa.




En el rostro del bebé se pueden  acumular una gran cantidad de tensiones debidas a la succión, la dentición y el llanto. Estirar primero el labio superior con ayuda de los pulgares como para dibujar una sonrisa en su cara.





Con las manos juntas en el centro del pecho presionar llevándolas hacia los costados. Sin levantar las manos, volver a llevárselas al centro dibujando con ellas un corazón.





Levantarle el brazo y acariciarle la axila varías veces, masajeándole los nódulos linfáticos de esta zona.





Levantar el brazo del bebé y envolverlo con vuestras manos desde el hombro. A continuación mover una mano en dirección contraria a la otra, con movimientos rotatorios desde el hombro a la mano y apretando suavemente mientras realizáis este movimiento.



Acariciar la parte derecha de la tripita en un movimiento único y hacia abajo, como si escribierais una “I”. Dibujar  una “L” invertida que vaya de izquierda a derecha. Ahora dibuja una “U” invertida que vaya de su izquierda a su derecha.

 

Colocar las manos juntas en ángulo recto con respecto a la columna. Mover una mano en dirección contraria a la otra, de izquierda a derecha hasta llegar al cultito. Después repetirlo en dirección a los hombros, y otra vez hacia abajo.



Sujetarle la pierna en vertical. A continuación mover ambas manos en dirección contraria hasta llegar al tobillo, presionando suavemente. Rotar vuestras manos alrededor de las piernas del bebé desde al rodilla al tobillo.










MASAJE ABDOMINAL
Si el bebé tiene aire o muestra malestar debido a la ingesta de aire durante las tomas, por ejemplo por culpa de que el orificio de la tetina no es el adecuado, un masaje abdominal es muy recomendable Una mano cálida sobre el vientrecito del niño conseguirá un efecto tranquilizador. El niño agradece que se le preste atención y, a menudo, eso ya actúa mitigando el dolor. Los movimientos son:




1 Masaje rotatorio: imaginar que el vientre  del bebé es un reloj y desplazar vuestras manos en el sentido de las agujas con una leve presión
2 Masaje horizontal: imaginar  que  vuestras  manos son palas y realizar cortos movimientos desde el ombligo hasta los genitales del bebé.
3 Masaje vibratorio: colocar la palma de vuestra mano sobre el vientre del bebé haciéndola vibrar suavemente.






     APRENDER A GIRAR

Como norma general, un lactante que ha cumplido los cuatro o cinco meses debe haber aprendido a dar vueltas sobre su propio cuerpo cuando está en la cuna. Esta forma de revolverse es un signo importante de buen funcionamiento del sistema nervioso Los padres pueden iniciarle en estos primeros movimientos voluntarios hasta que el ejercicio se convierta en un acto natural. Podéis aprovechar cuando le estéis cambiando, debéis girarlo para acostumbrarle al movimiento.

1
con el bebé boca arriba, colocar los dedos índice y pulgar de la mano derecha bajo la rodilla izquierda doblada del niño y con los demás dedos sujetándole la pierna derecha extendida.






2. Inicia el volteo  hacia la derecha, mientras con la mano izquierda le extendéis el brazo derecho hacia arriba.